Ayer volvía a subir a la montaña
Para abrazar el horizonte
Al fondo, el faro sonreía
Y el viento silvaba en mi cara
Abajo la inmensidad de lo verde
Ajenos al mundo, sin Norte
Arriba el calor planetario
El caos en su debido orden
Volvía a mirar a lo lejos
Divisando la vida, tranquila
Llevaban los hombres espejos
Y en sus ojos leía mi vida
Ajenos al mundo
Ya no tenía sentido
Seguir corriendo
Para llegar primero
Ayer volví a bajar de la montaña
Y se cayeron los sueños
Pero me queda el recuerdo del viento
Gritándome a la cara: "¡estás despierto!"