De trampas y hemerotecas
En silencio rompe el mar al otro lado del edificio
tengo los ojos tan gastados que no distingo bien la ciudad
pero las cosas que van pasando, se vienen a vivir a mi diario
y no tengo historias terminadas, siempre queda algo, nunca sobra nada

Lleno de salitre guardo algunas cartas rotas de amor
llevó toda la semana quemando maletas llenas de trozos de nada
y ya estoy algo cansado de franquear fotos de lujosos barcos
y me veo algo agobiado al restaurar relojes sin pisar los charcos

Tu sabes donde están las trampas
yo no sé jugar al mus
tu quieres que te lleve a volar mañana
yo no tengo lo que tienes tu
ni esa mirada
de leona engalonada
de perdiz emborrachada
de avestruz acobardada
ni tus preciosas palabras
Sólo tu... sabes donde hacer las trampas

Hace tiempo que no juego a pintar las paredes de mi habitación
guardé esas llaves en la última juerga después de salir el sol
con la mirada emborronada que paseo a la primera hora del día
y la cobardía de los romances de estrellas, limusinas y cristal

Yo vengo luego vete volando hacia casa que es tarde ya
tu ten en cuenta, que lo que escribo lo pinto debajo del mar
mañana flota en el océano junto a los peces y nadie lo leerá
es mi manera de poner calma a los rencores de hemeroteca

Tu sabes donde están las trampas
yo no sé jugar al mus
tu quieres que te lleve a volar mañana
yo no tengo lo que tienes tu
ni esa mirada
de flor de lis acalorada
de gaviota muy, muy sana
de rosal de madrugada
ni tus preciosas palabras
Sólo tu... sabes donde hacer las trampas

Allá vas
Allá vas y tu
sin perder el suelo
referencia ingrata
de dónde estamos

Allá llegarás
sin tener cuidados
primarán los llantos
al quedar sellados

Reirás al mar
las gracias del cielo
cantarás sin más
bajo un velo negro

Allá no tendrás
que tener más miedo
y amanecerás
extrañando luego

Allá acabarás
vaciando todo
el color del jazz
y pequeños golfos

Reirás al mar
las gracias del cielo
cantarás sin más
bajo un velo negro