Y de pronto cayó el verano de mayo como una ola sobre la cubierta de mi vida. Si nadie me avisa me despediré entre sollozos perdido entre las olas del calor de estos días. Con tiempo para reaccionar, sin justicia al final. Detrás de cada puerta que abro hay un nuevo silencio; lo estudio, lo veo, lo siento. Algún día publicaré los resultados de los silencios con que se han topado mis huesos, tal vez, más interesantes que los ruidos del mundo.